Dentro del salón que lleva el nombre de Tito Lectoure ubicado en el partido de Tres de Febrero, se
encuentra un grupo de jóvenes en plena clase, quienes tratan de perfeccionar su
técnica y estilo boxístico, para así poder forjar una gran carrera de a poco. Es
por eso mismo, que para que dichos esfuerzos sirvan a tal fin, todas las prácticas y
entrenamientos son supervisados por el entrenador Mario Tedesco, quien atenta y
sabiamente controla cada detalle con atención. Y así es como sus consejos siempre
son bienvenidos para estos chicos, ya que ellos aspiran a crecer tanto en
el ring como en la vida misma.
Sin embargo, mas allá
de estos grandes y sinceros aportes que Mario ofrece con el objetivo de aprender bien
el oficio de ser boxeador, él toma la misma actitud para contar lo que sabe sobre
este gran deporte, al cual conoce de una forma tan amplia como singular.
.¿Cómo ve al boxeo en
la actualidad y en el futuro?
-Al boxeo lo veo
bien, aunque tiene sus altos y bajos. Sin embargo, desde que recuerde por ejemplo, me contaba el
entrenador Santos Zacarías en el Luna Park que el boxeo se caía o se moría, y
sin embargo es mentira, se levanta. Además, cada país tiene la cantidad de
boxeadores de acuerdo a la de sus habitantes. En fin, el boxeo no se muere
nunca, lo que pasa es que recibe la contra por parte de gente que no lo elige
para practicarlo, y se vuelca al tenis por ejemplo, pero creo que hay disciplinas
como el rugby, que suele ser mas peligrosas.
.Y en cuanto a los
campeones que tuvo Argentina, ¿hubo alguno al que le hubiera gustado entrenar
o corregir en algún aspecto?
-No, yo no soy quien
para decir si puedo perfeccionarlos cuando no son mis boxeadores. Los míos son
míos y me fijo en ellos. Hubo muchos campeones buenos como Ubaldo Sacco, por
ejemplo. En fin, gente muy habilidosa como Pablo Chacon, Raúl
Balbi y Omar Narváez, entre otros, pero
no puedo decir si tienen defectos; al contrario, me los tengo que guardar para
que mis alumnos no cometan los mismos.
.¿Qué recuerdo tiene
de alguna figura relacionada con el boxeo que haya conocido?
-En realidad conocí a
muchos boxeadores, pero por ejemplo Carlos Monzón no era de mi gusto boxístico,
aunque era efectivo. Es que en el boxeo si se tiene una combinación buena y perfecta
se puede llegar a ser campeón mundial, no obstante si todos fueran pegadores, peleadores y
estilistas, todos tendrían un titulo de esa magnitud. Sin embargo, con respecto
a Monzón hay un detalle que no me olvido: él cobraba a plata de ahora $ 70.000
para ir a presentarse en un festival. En cambio un alumno que tuve, pese
a haber tenido un accidente con el tren se presentó con su hijo igual, aunque nadie
lo creía, cuando lo invité a un festival en José León Suárez y no me cobró ni una
sola moneda. En ese entonces, era un entrenador nuevo y por eso me asombré
mucho, fue algo que quedó en mi para toda la vida.
.Por su parte, dentro
de esta actividad, ¿cómo se organiza para sobrellevarla de la mejor manera?
-Y en esta profesión
hay que hacer un poco de todo: formar a los boxeadores, aconsejarlos,
conseguirles peleas, y a su vez, pelear por el dinero que van a obtener. Yo
tengo la ayuda de mis hijos también, por que esta actividad requiere mucho esfuerzo.
No obstante, acá hay gente de un nivel un poco bajo, entonces hay que
conocerlos, respetarlos e instruirlos en muchas cosas. Por ejemplo, lo principal
que se le debe enseñar a alguien que quiere aprender cuando entra por primera
vez al gimnasio es a saludar.
.En cuanto al boxeo o
a las formas de boxear, ¿cuál es el estilo que le gusta inculcar a cada púgil?
-Eso depende de lo que
tiene el boxeador, por ejemplo, en el caso de un púgil de baja estatura, no
se le va a enseñar a ser un estilista; es más bien pegador. Si hay alguien así,
como en el caso de Raul Balbi, hay que hacerlo avanzar. En el caso de Cesar Cuenca,
quien no tiene pegada, pero si más de 40 peleas invictas, es una situación de la cual no hay muchas
en la actualidad. En fin, el boxeador se hace de acuerdo a su aspecto físico, forma de
caminar, altura y mañas. Hay que ir sacándolo de a poco.
.¿Y cuál es el valor
más importante que se aprende con el boxeo?
-Con el boxeo se
aprende a ser un hombre y una persona respetuosa. No hay que olvidarse que
un boxeador cuando llega a consagrarse como tal no se pelea en la calle,
por que él sabe que puede ganar, entonces se da media vuelta y se va. Ahora, quienes no saben, por el miedo y la conservación humana finalmente recurren a
romperse la cabeza, o a pegarse un tiro o una puñalada. En cambio el boxeador
no, por eso se hace buena persona, y a aparte si uno le habla bien, él brinda
hasta lo que no tiene.
.Mas allá de Raúl
Balbi y de Cesar Cuenca. ¿cómo está el boxeo actualmente en el partido de Tres
de Febrero?
-Aquí hay seis
profesionales, entre los que figuran Fraga, Farias, Aspera y Cuenca mismo, que
si se da todo de la mejor manera, dentro de poco realizará una eliminatoria
mundialista. Por su parte, dentro de los boxeadores amateurs se encuentra Yamil Peralta,
en los 91 Kg.,
quien tuvo un desempeño notable. Por consiguiente estamos bien, aparte el
intendente Hugo Curto nos apoya junto a toda su gestión.
.Por último, ¿qué es
lo mejor y lo peor que ve en el boxeo?
-Lo mejor es que se
ayuda mucho a los muchachos, aunque el tema de que lo sacas de la calle es
relativo, por que lo tenes que ayudar a veces económicamente con lo mínimo, y
además, no significa que por que venga de la calle vaya a pelear. Igual en este
ámbito todos aprendemos, por que cualquiera se equivoca, pero aún así siempre
nos ayudamos. En cuanto a lo peor está la conducción: antes con Tito Lectoure
se sabía quien pelaba con quien, ahora es el bueno con el malo, y ya se sabe
como termina la historia. Además le pagan a uno o dos promotores por ejemplo, ya
que la televisión le abona a un par de ellos y entonces te dan dos pesos, si
queres peleas y si no, no. En fin, hay que repartir todo un poco más.
Mario posa con la felicidad que le brinda el poder dedicarse al boxeo, dentro de un partido como Tres de Febrero, en el que el pugilismo siempre es un protagonista de lujo.
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